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Mostrando entradas de febrero, 2011

Ay la Lima

Me bajé del avión el miércoles y recién, luego de una semana, he podido parar... recién hoy... aunque ando algo depre por cosas muy mías (razón fundamental por la que he decidido parar), quiero pensar que solo tomo aire dentro de mi ajetreada agenda pues desde ese miércoles no he parado con las visitas, salidas, baile, conversaciones, cebiche, jaleas y demás... hoy paro... hasta que llegue mi esposito amoroso. Me ha hecho mucha falta, he sido muy tonta y ahora estoy más que convencida de lo tonta que he sido, mi esposo no deja de sorprenderme y enamorarme con su forma de ser conmigo, es increíble cuánto amor me puede hacer sentir... ya no veo mi vida sin él, no sé cómo dudé en algún momento... debe ser que en algún momento la calentura de la rabia, la frustración o el miedo pueden más, sobre todo a la distancia. Lo cierto es que al final, si el amor es verdadero, este puede más que cualquier otra calentura. Ya estará conmigo y espero que esta semana que ha pasado sea la única en l

En el día del amor...

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Recuerdo un 14 de febrero de 2005, un día más para mí, tenía pareja (el que ahora es mi esposo); sin embargo, no era un día más para él. Antes de conocerlo, había tenido otra parejas para las que el Día de San Valentín o tan mentado Día del Amor era un día más, nada especial, además todo está caro y todos los lugares están llenos: Lejos estaba de ser considerado un día especial. Ese día con el que entonces era mi enamorado, apenas empezábamos, hicimos cosas cotidianas. Lo curioso es que se quedó todo el mes de febrero en Lima y por lo tanto andábamos viendo si encajábamos o no y mirar al futuro, razonable en una pareja de nuestra edad (30 - 40), no éramos niños ni jugábamos a nada, queríamos encontrar al idóneo y esto se solucionaría de alguna manera. Se quedó todo febrero a averiguarlo; pero volviendo al punto, el día en cuestión empezó con mi clase de verano, fui la dicté y él me fue a recoger, como se encontraba mal de salud, habíamos hecho cita con el médico y luego fuimos a la

Antes del 14 de febrero

Yo no creo en el Día de San Valentín pero a mi esposo le vacila, solo le vacila... no es un loco aficionado y obsesivo con el día, solo le vacila: que sea día de la amistad y del amor. El amor que nosotros nos profesamos en la actualidad ha cobrado mucha fuerza en los últimos dos años, nos hemos enamorado con más amor, con más entrega, con más sinceridad, con más madurez. Lo celebramos con pequeños detalles día a día, semana a semana con un desayuno especial, con películas acompañadas con un buen vino y quesito, con un rico almuerzo o cena (con velas o sin ellas), con una salida a almorzar de imprevisto, con una salida a cenar, con ir a bailar algún sábado, con un mail, con un viajecito (corto o largo), con una llamada, con un mensajito, con algunos mimos, muchas caricias y millones de besos. Lo celebramos fortaleciendo nuestro presente y construyendo nuestro futuro, con los mismos sueños, metas y deseos; y con toda nuestra confianza en Dios. Para nosotros, todos los días son e

¿Optimista, yo?

Siempre hay que ponerse en todas las situaciones posibles a fin de que la que resulte presentarse, no nos tome por sorpresa. Soy de la que siempre se pone en la peor de las situaciones, como para no sufrir mucho o que no duela demasiado, claro lo que nunca he calculado o previsto es la dimensión del posible sufrimiento o dolor, y al fin y al cabo duele y mucho, a veces mucho más de lo que se creía posible. Mi consuelo en dicha situación es sencilla, sabías que pasaría, ahora solo súfrelo, llóralo y pasará, como todo lo que pasa... se va, se va, a veces para quedarse como un recuerdo vago e inocuo u otras se desaparece o esfuma, claro, eso toma tiempo, pero sucede. Cuando me pongo positiva, eso sí me da miedo, cuando creo que hay un 95% de probabilidades, cuando calculo que no hay pierde, pero igual pierdo... ahí sí, me jodí. El positivismo no me ha redituado mucho, mejor dicho, nada... ni siquiera para decir poco, jamás he obtenido beneficio alguno de él; por eso siempre mi postura

Michael Buble - Save the Last Dance For Me

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Por un fin de semana más al lado de mi amoroso... Gracias por demostrarme día a día que nadie me ama como tú.

En estos días...

Los últimos acontecimientos me han estremecido un poco, me han hecho sentir insegura por momentos, temerosa en otros y bastante deprimida. Sé que no necesito psiquiatra o psicólogo alguno, solo necesito una dosis alta de optimismo intravenoso. Tengo habilidades, tengo amigos y gente que me quiere y desea lo mejor, tengo un compañero de vida que ha estado y está a mi lado en las buenas, las malas y las peores; tengo unos papitos que me aman y me prodigan su amor con pequeños y grandes detalles en la cercanía o en la lejanía; tengo mucho sueños, tengo metas, tengo esperanza; y tengo a Dios. ¿Qué más necesito? Solo una cosita más, una, chiquita y bonita... ¿será? Supongo que sí, algún día. En estos días, me apliqué la dosis de optimismo necesaria y ando planeando y pensando y buscando y mirando... y esperando...