The ugly truth... de los hombres (3)

El siguiente tipo puede resultar una fusión entre cualquiera de los dos anteriores, lo cual sería una combinación explosiva y bastante problemática: El celoso.

El celoso es aquel que tiene delirio por pensar que su chica es deseada, es asediada, es perseguida por otros machos que la circundan o se encuentran en el mismo ambiente laboral, familiar o "barrial". Aunque podría ser cierta esa conjetura, incluye, la posibilidad de que la mujer, obejto de deseo, encuentre en el acechador a un especimen de mayor valía y resuelva dejarlo.

El celoso no solo cela o considera que exista otro u otros que puedan mirar a su chica, enamorada, novia, esposa o amante; sino que teme ser choteado, dejado, abandonado. Este pensamiento se posesiona del individio y puede volverle un ENFERMO, cuya descripción invito a revisar; o simplemente un CELOSO, alguien que siempre esté pendiente de dónde estás, con quién estás, qué haces, etc, etc... puede resultar molesto, muuuuuuuuuuy molesto; pero eso depende también de cómo demuestra sus celos y del concepto que tengas de ellos.

Algunos consideran que los celos son muestras de afecto, ese es mi concepto, y a mí no me molesta en lo absoluto cuando mi esposo me cela, es más me encanta y sí que hemos tenido muchas oportunidades de alejamiento, muuuuuuuuchas... sin embargo, existe la honestidad y la claridad de nuestras acciones y pensamientos para determinar que las cosas entre nosotros son transparentes.

Otros consideran que los celos no tienen razón de ser; que si no das motivos, simplemente no deberían existir, y por ello, la presencia de un celoso en sus vidas es una molestia, un obstáculo que impide sentirse cómodos, plenos y felices.

El celoso es un ser cuyos grados de intensidad solo dependen de su nivel de locura y de la claridad de nuestras acciones.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ally Mcbeal y Larry Paul

Hay un punto en tu vida en el que te das cuenta: quién importa, quién nunca importó, quién no importa más, y quién siempre importará.

La odisea de sacar mi brevete