Gracias Dios

Gracias por apretarme pero no ahorcarme... te agradezco por esta segunda buena noticia esperanzadora.

Gracias porque pasito a pasito salimos del túnel feo y obscuro donde nos sentíamos estar.

Gracias porque la esperanza nos alimenta y nos anima a seguir en este nuestro deseo, que solo alcanzaremos por tu gracia divina.

Solo te ruego que nos la concedas.

Gracias Dios.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ally Mcbeal y Larry Paul

Hay un punto en tu vida en el que te das cuenta: quién importa, quién nunca importó, quién no importa más, y quién siempre importará.

La odisea de sacar mi brevete