El camino del corazón

Los caminos del corazón son inciertos, una quiere ser sensata hasta en el amar pero el corazón se manda por su propio lado, por su propia cuenta.

El corazón te lleva por donde quiere ir como si tuviera personalidad propia, una vida aparte de la tuya; y tú sabes que está mal, que se está equivocando y quieres encaminar su ruta, hacerlo reaccionar, que rectifique, pero no se deja y se enterca y procede a su albedrío.

¿Acaso piensa en consecuencias?, ¿acaso piensa en riesgos? No. No le interesa nada, tiene su momento ahora, es eufórico, solo vive y a su libre albedrío... tiene vida propia... suena gracioso, pero termina siendo verdad.

La razón ya no tiene cabida, para mal o para bien, se hace un lado o la "hacen a un lado", después de todo no puede opinar ni impedir nada, el corazón se abre paso, marca su camino y se lanza a él... con todo su ímpetu, solo se lanza... y a una solo le queda seguirlo, si se destruye, muere, se rompe, se parte, ni modo, es el costo del riesgo tomado... solo queda resucitarlo (si se deja), pegarlo, unirlo con lo que se pueda, con lo que se tenga a mano... pero no quedará igual, aprenderá a ser más cauteloso, más cuidadoso... y ¿para qué? para nada porque igual se aventará la próxima vez.

Así es el corazón... loco... tiene su propio camino: El camino del corazón.



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