Entre el amor y el desarrollo personal
Ser mujer en estos tiempos, equivale a ser una malabarista, tenemos muchas pelotitas, sombreros o argollitas en el aire y todas girando al mismo tiempo, una tras otra, en forma continua y confiando que ninguna se caiga, gracias a nuestra gran habilidad de mantenerlas en el aire.
A mí, hace no mucho, se me cayeron como 4 pelotitas, sombreritos o argollitas... y pensé no intentar el malabarismo y, aunque suene a derrota, solo tener dos pelotitas que sean fáciles de tener en el aire, para mí con dos: no exite malabarismo. Lo cierto que volvieron dos bolitas a mi vida: el amor y la posibilidad de ser madre.
A veces pienso que soy egoísta al pensar siquiera en la posibilidad de mantenerme aquí viviendo mi vida y arriesgar en ello la última posibilidad de ser madre y ser amada...
Siempre soy complicada, bastante maniática, paranoica e histérica; pero quiero en medio de ese oscuro mundo encontrar algún elemento de vida, de luz, de porvenir, de futuro... ¿qué hacer?, ¿qué decidir?, ¿por dónde empezar?
A mí, hace no mucho, se me cayeron como 4 pelotitas, sombreritos o argollitas... y pensé no intentar el malabarismo y, aunque suene a derrota, solo tener dos pelotitas que sean fáciles de tener en el aire, para mí con dos: no exite malabarismo. Lo cierto que volvieron dos bolitas a mi vida: el amor y la posibilidad de ser madre.
A veces pienso que soy egoísta al pensar siquiera en la posibilidad de mantenerme aquí viviendo mi vida y arriesgar en ello la última posibilidad de ser madre y ser amada...
Siempre soy complicada, bastante maniática, paranoica e histérica; pero quiero en medio de ese oscuro mundo encontrar algún elemento de vida, de luz, de porvenir, de futuro... ¿qué hacer?, ¿qué decidir?, ¿por dónde empezar?
Comentarios