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Mostrando entradas de abril, 2011

Enamorada por dos días...

¿Es posible esto?, por otro lado, ¿es posible tener o sentir una atracción por años? Ojo, ATRACCIÓN, el amor es otra cosa. Eso de estar enamorada por dos días, no lo creo posible. Considero que mis dos preguntas encajan bien cuando me refiero a la atracción, el amor es otra cosa. Entonces, ¿es posible que la atracción dure dos días o años? Sí, pero depende del "feedback", es decir de la respuesta del "contrincante". Si la respuesta es negativa, rochosamente choteante, caballero no más, media vuelta: marchen. Irse a otro lado, migrar, quitarse, desaparecer es lo mejor, lo óptimo, lo más sano. Porque de no hacerse puedes volverte una loca o enferma como es común que llamen a las mujeres que suplican por migajas de "cariño", migajas de "CARIÑO", ¿cariño? Disculpen, ¿esto es posible?, otra pregunta, sí, ¿es posible que alguien que realmente nos quiera nos dé migajas de cariño? Pucha, esta filosofía del desamor es bastante confusa y muy cansada. S

La confesión...

En Semana Santa, procuró estar en casa y reflexionar o simplemente vagar en la comodidad que me ofrece MI CAMA y MI DORMITORIO, claro, además de contar con Internet y cable como que la vagancia se torna algo placentera pero sobre todo seductora, al menos para mí, que eso de los ratos de ocio me los tomo tan o más en serio que mis periodos laborales. Pero volviendo al punto, en Semana Santa aquí, en la Lima - Perú me puedo dar ese lujo porque aquí es feriado, en USA son días comunes y corrientes. Eso de pertenecer al mundo católico en nuestro país ha retribuido en días religiosos de "sano esparcimiento". Sin embargo y ya dejando de lado la anécdota debo decir que además de mi lado solitario y relajado, cada vez que estoy en Lima busco refugio en Dios y voy a misa los domingos muy temprano y participo de los rituales en la medida que me sienta bien conmigo misma en hacerlo. Como parte de las celebraciones por Semana Santa, el lunes hubo la misa del perdón gratuito, y como d

Al que no se presenta...

Cosa curiosa cuando una amiga me comenta: "Estoy con alguien, me gusta, me atrae, la pasamos bien pero no lo he llevado a la casa, no se los presento a mis padres... es que, honestamente, no me veo con él en el futuro. Además, por él, no he sido capaz de ser totalmente yo y compartir mis cosas, es decir, no lo tomo en cuenta ni le consulto nada." Comentario: "No es pues. ¿Por qué te preocupas? Una experimenta algún cambio de conducta, en primera, inspirada o motivada por el amor, porque funcione y sin presión o reclamo de la otra parte, sino por un deseo personal. Simplemente, si no se experimenta esto, no es él." Amiga: "Pues no. Además, me llega, me subestima, no me motiva, siento que me cree incapaz de crecer". Yo, en mi pensamiento: "Cojuda, ¿será por toooooooooooodo eso que crees que no te ves en un futuro con él?" Solo lo pienso, no lo he dicho. Lo cierto es que las mujeres, en el fondo y no tan en el fondo, saben quién es para sí.

Las heridas

Las heridas se clasifican en superficiales y profundas, claro, cuando se tratan de aquellas que te haces o se presentan en tu cuerpo como producto de algún accidente. Las superficiales requieren aseptil rojo, sulfa y curita protectora. Pasan días y se va. Las profundas requieren puntos, tiempos más largos de espera, nunca se van porque quedan cicatrices, claro, dirás: Hay cirugía... pero tú sabes que están ahí. Con las heridas del alma, pasa lo mismo. Cuando herimos a alguien de manera superficial, las heridas sanan, en poco tiempo, con algo de tolerancia, amistad y comprensión; pero cuando hay profundidad de por medio, cuando se hirió, con intención o no, en lo hondo del ser del otro... eso trae consecuencias nefastas: rencor, dolor, llanto, pérdida. Los amigos, los amores se pierden así, generalmente es por un cúmulo de heridas profundas, graves; las superficiales, pasan. Me dirás, ¿cúmulos de heridas profundas?, ¿no basta con una? Pues no, no basta con una. Con una sola, e

Una oportunidad

Cada persona busca una segunda oportunidad en la vida, ya sea para reivindicarse porque en una primera la fregó y quiere arreglar las cosas o porque no resultaron las cosas como esperaba. Yo solo pido una oportunidad respecto a algo que no he tenido la chance de vivir, respecto a algo que no he tenido y deseo tener. He hecho de todo y cuanto he hecho no ha sido suficiente, me frustra, me molesta y, a veces, me acompleja hasta hacerme llorar. Quiero pensar que Dios tiene un plan para mí y que sus tiempos serán los correctos y que solo en ese instante que Él alcance a verme, se dará cuenta que soy buena para el empleo y decida darme ese precioso trabajo. Solo pido una oportunidad, una para alcanzar la paz, una para crecer, una que se convertirá en mi misión de vida, una que incrementará mi dicha y que sabré aprovechar. Solo una oportunidad.