Leí sobre la enfermedad
Hoy me puse a leer sobre la enfermedad, mi enfermedad, una que tuve hace algún tiempo y que me duró más de un año (más de lo que pensé pero fue por darle malos tratamientos, o tratamientos equivocados o por simplemente confiarme en la pronta recuperación), y pensaba: "De algo sirvió padecerla"; primero porque lo que leo me gusta muchísimo como escritura, como potencial escritura, me gusto porque mi lado poético se vuelca un poco en ese dolor torpe y absurdo descrito en esas entradas; segundo porque la experiencia, la mala experiencia te sirve y muchísimo porque aprendes a valorar las cosas y las personas que realmente valen la pena.
Todo es útil en esta vida, hasta los malos ratos; las experiencias amargas y la gente mediocre o mala con la que te puedas cruzar; las lágrimas, los golpes, los insultos, los malos y los peores momentos.
Mientras leía cada palabra, volvía sobre mi propia vida, sobre cada vivencia mala apareada con algo bueno o dulce; y me di cuenta que, afortunadamente, ya no pesaba igual y todo adquiría su valor real; todo aquello valía poco en ese entonces (y no me daba cuenta) y en cada día transcurrido siento que empezó a valer menos y menos y que acabó por desaparecer.
Mientras leía, volvía sobre mis pasos andados, sobre las malas decisiones, sobre los abandonos, sobre las cosas agrias y me reía por no llorar lo que estuve a punto de perder y que tontamente arriesgué; me reía por no llorar la inmerecida suerte que me acompaña de seguir con vida y no haber desfallecido en mi intento de armarme y descubrir en mí lo humana y débil que soy, y que en medio de toda mi imperfección, aún existe el perdón, la oportunidad y la esperanza.
Mientras leía, veía mi vida en mi aquí y ahora, todo el camino recorrido para llegar a esta paz, a esta inmerecida tranquilidad, a este amor tan mío y que comparto con quien me ha dado un amor sin medida, sin razones y por montones.
Mientras leía, vi transcurrir mi vida en un hasta hoy bastante zigzagueante y necesario... vi cómo estoy, qué tengo, qué perdí y lo mucho que gané.
Ahora sí me curé, me sané y quiero seguir así: caminando libre, con una sonrisa en los labios y con la certeza de que soy inmune a esa maligna enfermedad.
Es bueno leer y ver hacia atrás para ver cuánto camino he avanzado, en este punto noté que me he deshecho de mucho peso inútil (algunos llevaban una vida conmigo: mis culpas) y miro hacia adelante con nuevos propósitos y metas, con nueva actitud y con mucha esperanza y tranquilidad.
Todo es útil en esta vida, hasta los malos ratos; las experiencias amargas y la gente mediocre o mala con la que te puedas cruzar; las lágrimas, los golpes, los insultos, los malos y los peores momentos.
Mientras leía cada palabra, volvía sobre mi propia vida, sobre cada vivencia mala apareada con algo bueno o dulce; y me di cuenta que, afortunadamente, ya no pesaba igual y todo adquiría su valor real; todo aquello valía poco en ese entonces (y no me daba cuenta) y en cada día transcurrido siento que empezó a valer menos y menos y que acabó por desaparecer.
Mientras leía, volvía sobre mis pasos andados, sobre las malas decisiones, sobre los abandonos, sobre las cosas agrias y me reía por no llorar lo que estuve a punto de perder y que tontamente arriesgué; me reía por no llorar la inmerecida suerte que me acompaña de seguir con vida y no haber desfallecido en mi intento de armarme y descubrir en mí lo humana y débil que soy, y que en medio de toda mi imperfección, aún existe el perdón, la oportunidad y la esperanza.
Mientras leía, veía mi vida en mi aquí y ahora, todo el camino recorrido para llegar a esta paz, a esta inmerecida tranquilidad, a este amor tan mío y que comparto con quien me ha dado un amor sin medida, sin razones y por montones.
Mientras leía, vi transcurrir mi vida en un hasta hoy bastante zigzagueante y necesario... vi cómo estoy, qué tengo, qué perdí y lo mucho que gané.
Ahora sí me curé, me sané y quiero seguir así: caminando libre, con una sonrisa en los labios y con la certeza de que soy inmune a esa maligna enfermedad.
Es bueno leer y ver hacia atrás para ver cuánto camino he avanzado, en este punto noté que me he deshecho de mucho peso inútil (algunos llevaban una vida conmigo: mis culpas) y miro hacia adelante con nuevos propósitos y metas, con nueva actitud y con mucha esperanza y tranquilidad.
Comentarios
Gracias por la visita
Bsos de esposa primeriza y Recién casada
ya me pondré a la altura de sus blog para comentarles..
Pido disculpas por no poder pasar por sus bloggs..
Gracias
Un abrazo
con mis
Saludos fraternos de siempre..