Incapacidad

Yo siempre confié en mi capacidad de renunciamiento, siempre pensé que en nombre del amor se podía desprender de sí y encaminarse a una nueva vida con todas las dificultades y problemas que ello involucra... la felicidad no está dicha, no está pactada con el destino, solo se quiere, se aspira, se desea profundamnete y se lucha con todo por tratar de alcanzarla... a este punto, creía, que por amor uno renuncia a todo.

Pero, ¿qué se hace ante la incapacidad de renunciamiento?, ¿qué se hace cuando se descubre que la vida no es como la imaginamos, cómo la esperábamos, como la soñamos?, ¿solo se escapa o se vuelve atrás?, ¿a qué se tiene derecho cuando se tiene 34?, ¿qué debemos tener ya a los 34 y se está casada?, ¿por qué viene la decepción, la tristeza, el abandono?, ¿por qué a esta edad se tiene más miedo de amar, de perder, de volver a empezar?, ¿por qué es mucho más difícil confiar en otro?, ¿por qué a partir de los 30 el temor a la soledad se vuelve pavoroso?, ¿por qué, a pesar de la experiencia y de la madurez, tomar decisiones se vuelve un calvario?, ¿por qué la vida se complica con el paso de los años?

No solo existe la incapacidad de renunciar, sino también la de confiar, la de creer, en el otro, en uno mismo... ¿dónde se puede empezar?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Parodia literaria de la vida... (una aclaración, solo por si acaso)

Quiero que seas siempre mi amigo, mi compañero, mi amante, mi esposo, mi todo.

Ally Mcbeal y Larry Paul