08-08-2022
Ya llevo buenos años sin escribir en este blog… no espero que nadie me lea, me sirve más a mí que a nadie. De hecho creo que por no haber escrito en tanto tiempo mi nivel de ansiedad se fue a los cielos… En el tiempo que llevo sin escribir han pasado muchas cosas: me mudé de ciudad, empecé a trabajar, vino la pandemia del COVID-19 y papá murió. Esto último acabó conmigo, sentí un dolor inmenso, lloré a grito partido, desde un dolor profundo del alma… algo que jamás en mi vida había sentido… lloré desde el momento que supe que ingresaba al hospital con la terrible certeza de que no lo vería ni escucharía jamás… lo peor fue que murió en plena pandemia, con Perú cerrado en sus fronteras, sin vacunas aún, sin pasaporte… no pude despedirme de él… no pude darle un último beso… no pude abrazarlo por última vez… no lo ví más… y aún duele… duele físicamente en el medio del pecho y sigo llorando y lo lloraré siempre… Me haces mucha falta, papá… muchísima falta… siempre fuiste un padre present